FARMER HAND GIVING GRANULATED FERTILIZER TO THE PLANTS IN ORGANIC GARDEN OR CROP. ECOLOGICAL FARMING CONCEPT.

En general, el abonado en árboles es una práctica esencial para mantener su vitalidad, crecimiento estructural, resistencia a enfermedades y producción (en el caso de especies frutales). A diferencia de las plantas herbáceas o céspedes, los árboles desarrollan sistemas radiculares profundos y tienen ciclos de absorción de nutrientes más prolongados, por lo que el tipo de abono, su forma de aplicación y el momento del año son factores determinantes para su efectividad.


Objetivos del abonado

El abonado persigue principalmente:

  • Aportar nutrientes esenciales que el suelo puede no contener en cantidad suficiente.
  • Favorecer el desarrollo radicular y la emisión de nuevas ramas.
  • Mejorar la floración y fructificación, en especies ornamentales o productivas.
  • Corregir deficiencias específicas (clorosis férrica, carencias de nitrógeno, fósforo, etc.).

Macronutrientes o macroelementos esenciales para árboles

Los tres nutrientes principales que deben proporcionarse mediante abono son:

  • Nitrógeno (N): estimula el crecimiento foliar y de brotes nuevos. Su carencia se traduce en hojas amarillentas y poco desarrollo.
  • Fósforo (P): fundamental en la formación de raíces y en la floración. Indispensable en las fases iniciales del desarrollo.
  • Potasio (K): mejora la resistencia al estrés, incrementa la calidad de frutos y fortalece los tejidos vegetales.

Además, calcio, magnesio, azufre y oligoelementos como el hierro, manganeso, zinc y boro son igualmente relevantes en menor proporción. Otros microelementos o oligoelementos son el cobre y el cloro.

En árboles frutales caducifolios (como el manzano, peral, melocotonero, ciruelo, albaricoquero o cerezo) primero se realizará un abonado de fondo. El abonado de fondo en un jardín se realiza antes de iniciar la siembra o plantación, y su objetivo es mejorar la fertilidad del suelo a largo plazo, aportando nutrientes esenciales y mejorando la estructura del terreno.

Momento ideal del abonado de fondo:

Otoño (entre finales de septiembre y noviembre). Es el momento más recomendado porque:

Hay tiempo para que la materia orgánica se descomponga.

Favorece la actividad microbiana del suelo

¿Qué se aplica en el abonado de fondo?

  • Estiércol bien descompuesto
  • Compost maduro
  • Humus de lombriz
  • Abonos minerales complejos (NPK equilibrado, como 15-15-15)
  • Enmiendas como cal, azufre o yeso si se requiere corregir pH o estructura.

¿Dónde y cómo aplicarlo?

  • Se mezcla con la tierra a unos 20–30 cm de profundidad mediante labores de suelo (pasada de motoazada o cultivador después de haber pasado el motocultor).
  • Es importante no poner el abono en contacto directo con las raíces nuevas, especialmente si está poco descompuesto.

El plan de fertilización de los árboles frutales caducifolios debe ajustarse a las fases fisiológicas del árbol y a las condiciones del suelo, aplicando tanto abonos orgánicos como minerales, según el momento del año.

A continuación, se detalla el plan de abonado mes a mes:

Otoño – Preparación y plantación

  • Noviembre:
    Al comenzar el periodo de reposo vegetativo y tras la caída de hojas, se realiza la plantación de los frutales. Antes de la plantación, es fundamental, como hemos dicho anteriormente, aplicar un abonado de fondo orgánico, como estiércol maduro, compost o humus, bien incorporado al suelo, mediante una buena labor de suelo (motoazada o cultivador) evitando el contacto directo con las raíces. Si el suelo es ácido, se puede aplicar cal agrícola para corregir el pH.

  • Diciembre:
    No se realiza abonado fertilizante. Es momento de corregir carencias estructurales del suelo (si procede), aplicando azufre, yeso o correctores de salinidad. También puede continuarse con la mejora orgánica si no se hizo en noviembre.

Invierno – Reposo

  • Enero:
    No se aplica fertilizante. Se deja al árbol descansar y el suelo absorber los nutrientes orgánicos de fondo.

  • Febrero:
    Con el inicio de la pre-brotación, puede aplicarse un abono de fondo mineral, como un fertilizante complejo NPK equilibrado (por ejemplo, 15-15-15), o compost bien descompuesto. Esto ayuda a despertar la actividad radicular antes del brote. El abono mineral se aplicará esparciéndolo uniformemente en la misma zona de goteo, regándolo después suavemente. Si se aplica abono orgánico descompuesto, se distribuye alrededor del árbol en la zona de goteo y se incorpora superficialmente al suelo con una azada, no acercándose al tronco.

🌱 Primavera – Brotación, floración y cuajado

  • Marzo:
    Se incrementa la actividad vegetativa. Se recomienda aplicar un fertilizante equilibrado rico en nitrógeno (NPK 12-12-17), que favorezca la emisión de brotes y el desarrollo foliar. Es preferible en forma de gránulo o diluido en agua. Se aplicará como hemos dicho antes, esparciéndolo en la zona de goteo y después regando suavemente.

También se puede aplicar otro tipo de abono rico en nitrógeno como el anterior (20-5-11-NPK), también se puede aplicar nitrato amónico soluble en dosis reducidas.

  • Abril:
    Coincidiendo con la floración y el cuajado, se reduce el nitrógeno y se incrementan fósforo y potasio. Se aplica un fertilizante como NPK 8-15-15 o similares, que estimula la flor y el cuaje. Se puede acompañar de magnesio o microelementos.
  • Mayo:
    Durante el desarrollo de los frutos, es conveniente aplicar fertilizantes con moderado nitrógeno y elevado potasio, como NPK 10-5-20 o similares. Esto ayuda a que los frutos engorden sin que el árbol destine demasiada energía al crecimiento vegetativo.

🌞 Verano – Engorde, maduración y postcosecha

  • Junio:
    En pleno crecimiento del fruto, se aplica un abono con alto contenido en potasio como NPK 12-6-30, que potencia el tamaño y sabor del fruto. Se recomienda también aportar micronutrientes (calcio, magnesio, hierro) para evitar carencias.
  • Julio:
    Para variedades de maduración temprana, el aporte potásico debe mantenerse, con productos como sulfato potásico o NPK 5-10-30. Se evita el nitrógeno para no retrasar la maduración ni inducir nuevos brotes.
  • Agosto:
    En el periodo de postcosecha, el árbol necesita reponer reservas. Se realiza un abonado equilibrado suave, como compost maduro o NPK 10-5-20. Esto fortalece al árbol antes del reposo otoñal.

🍁 Otoño – Caída de hojas y reserva invernal

  • Septiembre:
    En muchos casos, aún hay actividad en las raíces. Se puede aplicar fosfato natural o una dosis ligera de compost, sin nitrógeno. Esto mejora la disponibilidad de fósforo para la primavera siguiente.
  • Octubre:
    Se realiza un último abonado orgánico suave y se aplican enmiendas (cal, azufre) si es necesario corregir el pH o mejorar la estructura del suelo. Se prepara el terreno para un nuevo ciclo.

Recomendaciones

  • Realiza un análisis del suelo cada 2 o 3 años para ajustar las dosis.
  • Los árboles jóvenes requieren menos cantidad de abono, pero de mejor calidad.
  • Evita abonar cuando el suelo esté seco o en periodos de heladas.
  • Acompaña los abonados minerales con aportes orgánicos anuales para mejorar la microbiota del suelo.
  • Tras la aplicación, riega bien para facilitar la asimilación.

Loading

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *