La elección del sistema de riego es un paso de extrema importancia en el éxito del huerto o jardín, es por ello que requiere toda una serie de pasos previos para conseguir un efectivo y óptimo riego de la zona verde elegida.
Los pasos principales antes de instalar un tipo de riego son:
- Estudio previo
- Diseño y selección del sistema
- Instalación
- Pruebas y ajustes
Estudio previo
Antes de comenzar el diseño se debe realizar un estudio de:
- el terreno (localización, tipo de suelo y drenaje)
- las plantas (tipos y localización)
- la climatología
- el agua (caudal y presión)
Diseño y selección del sistema
En función del estudio previo se diseña y seleccionan los diferentes útiles y accesorios necesarios (regadores, tuberías, válvulas, instalación eléctrica, programadores, etc.). Así mismo se estudia la ubicación más idónea y se diseña el proceso de ejecución e instalación de los mismos (zanjas, nivelados y zonas de conexión).
La tubería dentro del campo deberá ser colocada en lugares donde no obstruya el paso de maquinaria y a una profundidad suficiente para que no interfiera con las labores de rastreo y barbecho del terreno. El equipo de bombeo, de filtración y los tanques de almacenamiento deberán colocarse en un lugar de fácil acceso.
Instalación y prueba
El siguiente paso es la ejecución de la obra, la instalación de todas las piezas necesarias que requerirá de una serie de trabajos como zanjado, conexiones de agua y corriente eléctrica, etc. Por último, las pruebas del sistema ayudarán a conocer todo aquellos pequeños detalles que nunca se deben dejar pasar. Posteriormente se realizarán los ajustes necesarios y programación del sistema.
Tipos de riego
Riegos manuales
- Riego por acequias: Bien de tierra o de hormigón. Las de tierra son fáciles de construir, pero tienen problemas de las pérdidas de agua por infiltración y por la transpiración de las hierbas que crecen dentro de la acequia y los bordes de la misma. Las de hormigón son más caras, pero se evitan los inconvenientes de las de tierra.
- Riego por surcos: Es muy frecuente en los huertos pequeños en dónde no se quiere invertir en una instalación mayor. Consiste en hacer fluir el agua por pequeños canales a distintas zonas de cada parcela. Los surcos se establecen de forma paralela, superficial y cercana los unos de los otros. La principal ventaja de este método es que las plantas no se mojan, evitando de esta manera posibles enfermedades. Los inconvenientes, es la elevada pérdida de agua en suelos arenosos, la lentitud del riego y la demanda de mano de obra cuando se hace para grandes superficies.
- Riegos por fajas o tablares: Consiste en que el agua escurra lentamente en una lámina delgada durante el transcurso del riego. El terreno se divide en porciones estrechas separadas unas de otras mediante caballones, dispuestos longitudinalmente. En el extremo inferior de la faja existe un canal de desagüe para recoger los sobrantes del riego.
- Riego por inundación: Consiste en cubrir el suelo con una capa de agua a la que se deja reposar para que penetre por infiltración (Se realiza cuando tenemos unos pocos árboles).
- Riego con manguera: Consiste en la instalación de una manga en una boca de riego. Es el método más sencillo de instalación y el de más bajo coste, pero también es en el que se consume más agua.
Riegos semiautonómicos
Podemos clasificarlos en dos tipos fundamentalmente: los llamados fijos y los móviles.
- Semiautonómicos fijos: Llevan la misma estructura que los autonómicos, pero su puesta en marcha es manual. Su principal ventaja es el ahorro de agua y la buena calidad del riego. El problema es el coste inicial de la instalación.
- Semiautonómicos móviles: Consiste en la utilización de aspersores unidos a un trípode o un pincho, una manguera y una boca de riego. El aspersor se va cambiando de lugar a medida de que la zona esté regada adecuadamente. La ventaja es el bajo coste inicial, y la escasez de mantenimiento. El problema es el mayor gasto de agua.
Riegos autonómicos
Los riegos autonómicos son aquellos que requieren una instalación previa de tuberías, con aspersores, difusores o tuberías de gotero, y que su puesta en marcha está automatizada por un programador.
La red de distribución está formada por tuberías principales y secundarias.
Toda esta red de distribución puede ser de dos materiales. Las de PVC, unidas mediante pegamento especial. Deben ir enterradas por fragilidad que tienen y se emplean para diámetros superiores a 25 mm. Y las de polietileno, flexibles, se pueden utilizar para diámetros más pequeños, son de fácil montaje, pero tienen el problema de que su precio es superior a las de PVC.
- Aspersores: Formados por boquillas o toberas, giran alrededor de su eje impulsados por la presión del agua. Lo que permite regar una superficie circular, cuyo radio va a depender de la presión del agua y del tipo de aspersor.
Los aspersores se clasifican por la presión de funcionamiento, por la velocidad de giro, por el número de toberas y por el ángulo de las boquillas.
Características de los aspersores:
- Caudal del aspersor: Este está íntimamente ligado con el diámetro de la boquilla, y con la presión de funcionamiento. Los más usuales varían entre los 1000 y los 3000 litros/hora.
- Alcance del aspersor: Depende del ángulo de inclinación de las boquillas y de la presión de funcionamiento.
- Pulverización y uniformidad del riego: El daño producido por las gotas en la planta, aumenta a medida que se incrementa el alcance del aspersor y la altura del chorro del agua. El tamaño de las gotas es mayor cuando la presión de funcionamiento es menor.
- La uniformidad del riego: También se ve afectada por el viento. A menor tamaño de gotas, mas influencia del viento.
–Aspersores no giratorios (difusores): La tobera es fija. Se utilizan a baja presión, con radios de alcance pequeños. Su utilización se reduce a invernaderos, pequeños huertos y jardinería.
- Tuberías de goteo: Llamado también riego localizado, con aplicación a la zona radicular de las plantas, mojando cierto volumen del suelo, donde se desarrollan las raíces. El agua ha de estar limpia, a fin de evitar obturaciones. Para ello es aconsejable la utilización de filtros. Los goteros pueden ser:
- Integrados en la propia tubería
- De botón, que se pinchan en la tubería
Los más baratos son los integrados.
Pueden aportar un caudal máximo de hasta 16 l/h.
Los goteros que se pinchan resultan más prácticos para jardineras o zonas donde las plantas estén más desperdigadas y se pincha ahí donde se necesite.
El riego por goteo tiene las siguientes ventajas:
- Ahorra agua y energía
- Se mantienen un nivel de humedad en el suelo constante, sin encharcamiento.
- Incremento de la producción y de la calidad
- Menor incidencia de malas hierbas
- Menor compactación del terreno
- Se pueden usar aguas ligeramente salinas. Si usas agua salina, aporta una cantidad extra de agua para lavar las sales a zonas más profundas.
- Con el riego por goteo se pueden aplicar fertilizantes disueltos y productos fitosanitarios directamente a la zona radicular de las plantas.
- Es un sistema fácil de transportar, instalar (manual o mecánicamente) y utilizar.
El inconveniente más típico es que los emisores se atascan fácilmente especialmente por la cal del agua. Precisa un buen filtrado si el agua es de pozo y agua cuanto menos caliza, mejor.
El riego por goteo conviene a plantas grandes, como árboles, que incluso pueden necesitar varios goteros en circunferencia alrededor del tronco y a una distancia de uno a tres metros del mismo.
El riego por goteo es el método más eficiente de aplicación de agua. Generalizando, el riego por goteo tiene una eficiencia de aplicación de un 90 a 95% comparado con aspersión a 70% y por surcos de un 65 a 70%.
Las tuberías más utilizadas son las de pequeño diámetro, 12/16 mm y proporcionan un caudal que oscila entre los 2 y los 12 litros/hora.
- Riego enterrado o subterráneo: Es uno de los métodos de riego más modernos. Se está usando incluso para césped en lugar de aspersores y difusores en pequeñas superficies enterrando un entramado de tuberías.
Se trata de tuberías perforadas que se entierran en el suelo a una determinada profundidad, entre 5 y 50 cm. Según sea la planta a regar (en plantas con raíces superficiales se entierran ligeramente los laterales, mientras que en cultivos leñosos podemos sobrepasar los 50 cm) y si el suelo es más arenoso o arcilloso (en suelos arenosos se utilizan menores profundidades que en suelos arcillosos.
El sistema debe ser adaptado y diseñado según las características propias del cultivo y el lugar donde se va a desarrollar.
Ventajas:
- Mayor duración de las instalaciones que no se dañan por la acción de las radiaciones solares y sufren menos ataques.
- Aumento de la eficiencia de riego. Al estar enterrados evitamos que no se evapora el agua. Por el contrario, está más cerca de las raíces que absorben el agua necesaria para el crecimiento de las plantas.
- Mejor asimilación de nutrientes. En el caso de elementos (nutrientes) poco móviles como el fósforo y el potasio los ponemos a disposición de la raíz.
- Disminución de la presencia de malas hierbas.
- Disminución de enfermedades fúngicas, evitamos la humedad en la base de la planta.
- Facilita las labores superficiales del suelo.
Inconvenientes:
- Dificultad en localizar fugas y averías
- Obturación de los goteros: El problema no se detecta hasta que sus efectos son muy aparentes, generalmente por sequía de las plantas afectadas. El principal problema se deriva de no poderse arreglar las tuberías debido a que no sabemos donde se encuentran la obturaciones por partículas que lleve el agua de riego o por otros agentes. La medida preventiva es disponer de filtrados muy perfectos y tratamientos muy frecuentes. Es recomendable la utilización de goteros autolimpiantes, porque su riesgo de obturación siempre será menor que en los demás goteros. La obturación provocada por las raicillas se palia mediante el empleo de herbicidas.
- Cintas de exudación: Las cintas de exudación son tuberías de material poroso que distribuyen el agua de forma continua a través de los poros, lo que da lugar a la formación de una franja continua de humedad, que la hace muy indicada para el riego de cultivos en línea.
Humedecen una gran superficie y es especialmente interesante en suelo arenoso.
Puede utilizarse en el riego de árboles.
Las presiones de trabajo son menores que las de los goteros. Esto hace necesario el empleo de reguladores de presión especiales o microlimitadores de caudal.
Las cintas de exudación se pueden atascar debido a las algas y a los depósitos de cal (aguas calizas). Por tanto, requieren tratamientos de mantenimiento.
Para la automatización del riego se suelen emplear o se necesitarán:
- Programadores de riego. Gracias a estos podemos programar los periodos de riego de nuestro jardín. Permite programar riegos semanales, diarios, etc. Así mismo, se programan las distintas zonas, duración de cada una, etc.
- Las electroválvulas que permiten controlar el paso del agua por las canalizaciones, conectadas a un programador abren o cierran el sistema de riego enterrado en función de la programación que se realice. Todas las electroválvulas pueden ser abiertas o cerradas manualmente.
- Sensores de lluvia que permiten detener el riego cuando llueve. No modifica la programación del riego.
EN RESUMEN:
De todo ello podemos deducir, que el riego por goteo es el más adecuado para nuestro huerto (huertos medianos y pequeños), así como el riego con cintas de exudación (Se utiliza mucho en el cultivo del tomate generalmente en grandes plantaciones). Y el riego por aspersión es mayormente utilizado para regar el césped en superficies bastante grandes y para zonas pequeñas se utilizan difusores. En árboles frutales (olivo, melocotones, ciruelos, etc) cada vez más se utiliza el riego subterráneo, aunque también se usa el riego por goteo superficial y el riego mediante cintas de exudación (menos frecuente en grandes plantaciones). El riego subterráneo también se está usando mucho en césped en lugar de aspersores y difusores.